domingo, 22 de junio de 2014

Introducción

Los géneros musicales, al igual que las artesanías o las danzas tradicionales, son el resultado de un largo proceso de búsquedas expresiva. En éste intervienen múltiples criterios estéticos y musicales, tanto individuales como colectivos, que finalmente van a dar un producto con forma distintiva, reconocible y única. Al igual que otros géneros orientales, tales como el polo, la jota, el punto y llanto, la fulía oriental, entre otros, la malagueña es de origen europeo. Conservaron si bien todos sus elementos o, como el aguinaldo, fueron aclimatados adquiriendo nuevos aspectos. De Europa llegaron instrumentos de cuerda, como el arpa, la guitarrilla renacentista, el violín, la mandolina. También las flautas, la pandereta, cascabeles, campanas, redoblantes, entre otros. De España nos llegaron formas musicales, instrumentos, danzas y bailes de cada región de aquel país, así como elementos de raíz árabe. De los andaluces llegó el flamenco y de los canarios la malagueña, mientras los misioneros y maestros de capilla enseñaron villancicos y aguinaldos.
La Malagueña:

Se trata de un canto indudable de origen hispánico, que improvisa en estilo y ritmo libre, pero basada en acordes de acompañamiento repetidos. La enciclopedia Salvat de la música la define como una forma típica del canto popular andaluz, así como también de la danza de aquella región española. Es una de las modalidades del fandanfo (así como las rondeñas, granadinas y murcianas so las variantes de Ronda, Granada y Murcia.

Aun cuando es notorio su origen europeo, esta expresión tiene un carácter bien característico y propio de la tradición musical del oriente venezolano, debido al largo proceso de sincretismo sufrido con los aportes africanos e indígenas.
En Venezuela está asociada con las expresiones tradicionales populares del oriente. Empleadas para animar los velorios de cruz la cruz de mayo en los estados Monagas y Anzoátegui, así como cantos para las pascuas en Nva. Esparta. Desde un punto de vista armónico, la malagueña se diferencia de la jota, por sus modulaciones de la tonalidad mayor a su relativo menor, llevando un acompañamiento en compás ternario. Sin embargo, utiliza los mismos instrumentos acompañantes que otros cantos orientales: el cuatro, la guitarra y el bandolín. Emplea cuartetas en versos en decasílabos y también dodecasílabos, en las que se rinde homenaje a la virgen del Valle, se expresa la cotidianidad de los pueblos pesqueros,  se relatan acontecimientos históricos y se cantan los más variados sentimientos.
Aun cuando su aire es bastante reposado, se conoce de una variante denominada malagueña carrera, de ritmo más rápido, que usa cuartetas endecasílabas, que se entona repitiendo el primer y último verso de la cuarteta.